Si no has tenido oportunidad de probar una trufa de verano Tienes por delante los últimos destellos de esta estación para descubrir un mundo de sabor y perfume en torno a este hongo de temporada.
De sabor más suave que la trufa negra, la «Tuber Aestivum» también es muy apreciada por su múltiples posibilidades gastronómicas. Y si además le añadimos ese aire de secretismo y su casi «clandestina» recolección, no podrás resistirte a este manjar cada vez más apreciado a la par que interesante.
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SABÍAS QUE…
La trufa de verano (conocida como trufa de San Juan), al igual que la variedad de invierno, se asocia a raíces de especies y bosques autóctonos mediterráneas del género Quercus (encinas, robles, quejigos, coscojas, avellanos, tilos, hayas, pinos e incluso chopos).
Por su aspecto exterior la trufa de invierno y la de verano no son sencillas de diferenciar. Ambas son negras y rugosas, pero la trufa de verano presenta formas piramidales más pronunciadas que la trufa negra. En cuanto a su interior, la trufa de verano se caracteriza por un color marrón claro con estrías blancas en su plena maduración.
La trufa de verano posee una consistencia carnosa y firme junto a un olor muy agradable, similar al de la malta tostada. Su sabor sutil y delicioso recuerda a frutos secos, avellanas y nueces.
Sus meses fuertes son los comprendidos entre mayo y agosto, aunque no es extraño encontrarla incluso hasta bien entrado septiembre.
Aún estás a tiempo de disfrutar de este placer gastronómico de los meses cálidos.
La trufa de verano se halla a menor profundidad, siendo habitual encontrar pequeños montículos con grietas que delatan su presencia.
Como no se recolectan como otros vegetales, son más complicadas de localizar para el hombre, por lo que es necesario emplear animales de rastreo especialmente a su olor como el perro o el cerdo.
No te quedes sin degustar este manjar que nos acompañará hasta finales de verano. En la carta de temporada de VIDA&COMIDA encontrarás platos, como nuestro huevo poché, que te dejarán con la boca abierta o más bien cerrada para no dejar escapar nada de su delicado aroma.
¡Te esperamos!